El uso de filtros en fotografía depende de la "honradez" del
fotógrafo. Me explico: la función de los filtros es modificar la
apariencia real de un motivo. Con la mayoría de los filtros, lo que
hacemos es "mejorar" entre comillas, la fotografía obtenida,
pero no impresionamos la realidad. Conseguimos eliminar reflejos,
acentuar sombras, etc. Pero hoy día, debido a su gran difusión entre los
aficionados no se considera "falta de honradez" su utilización.
Hay muchos tipos de filtros, de los cuales, y como he hecho en otras ocasiones, solo hablaré de los más importantes:
Fotografía en Blanco y Negro:
Amarillo claro: Su efecto es una reproducción
oscura del azul. Mejora el contraste en paisajes campestres, playa y
nieve, parcialmente nublados.
Amarillo medio: Reproducción aumentada del
color azul. Paisajes con cielo nuboso de playa y nieve y motivos claros
con el cielo como fondo. Flores, Trajes típicos, etc. A grandes alturas,
el cielo aparece casi negro.
Amarillo oscuro: Reproducción aún más fuerte del azul. Como el anterior, pero con un efecto de contraste todavía más fuerte.
Verde amarillo: Efecto sobre el color azul
como el amarillo medio. Aclara el color verde y oscurece el rojo. Se
utiliza para motivos primaverales, para separar las tonalidades de
verde. También en los retratos con película muy sensible, impide la
palidez de cutis y labios.
Anaranjado: Reproducción muy oscura del azul y
clara del amarillo al rojo. Elimina la bruma ligera. Se utiliza para
reforzar los contrastes entra azul y amarillo y para eliminar pecas e
impurezas de la piel en los retratos. Tiene el problema de que aclara
demasiado los labios y el pelo rubio y se falsea demasiado el color de
los vestidos.
Rojo claro: Es un efecto reforzado del filtro
anaranjado. El azul y verde, aparecen casi negros. Se utiliza para
eliminar la niebla y también para plasmar edificios y esculturas claros
sobre cielo oscuro. Tiene el problema de que los tejados aparecen casi
blancos y el follaje también muy claro.
Rojo oscuro: Filtro infrarrojo. Se elimina la
luz visible. Solo se suele utilizar para película infrarroja, para
atravesar la niebla o bruma en fotografías a distancia, y con fuerte
sol, simulación de fotografías a la luz de la luna.
Verde: Reproducción oscura del rojo. El verde aparece muy claro. Paisajes sobre película muy sensible, y para fotografías de plantas.
Azul: Efecto inverso del filtro amarillo. El
rojo sale oscuro, y el azul aún más claro. Se refuerza la bruma en fotos
con niebla. En retrato con luz artificial, se obtiene mejor color de la
piel, rojo de labios más acusado y los ojos azules, aparecen casi
blancos.
Fotografía en Color:
Ultravioleta: Este filtro absorbe los rayos
ultravioletas para proteger la fotografía de difuminación. Mejora todas
las fotos a la luz del sol, las obtiene más nítidas, y si sirve de
ejemplo, yo siempre lo llevo puesto en mi cámara con motivo de proteger
el objetivo de golpes y arañazos no deseados. Siempre es más fácil y
económico sustituir un filtro que un objetivo.
Polarizador: Elimina la luz reflejada, de la misma forma que las gafas de sol polarizantes. ¡ Observar la posición del filtro! Se utiliza para tomas de superficies reflectantes, como ríos, lagos, escaparates, interior de vehículos, etc.
Degradados: Estos filtros tienen un efecto de
degradado en el cual el centro de la imagen aparece tal cual, pero uno
de los laterales se degrada en un color determinado. Por ejemplo, si
tomamos una fotografía de un atardecer, y ponemos ante el objetivo un
filtro anaranjado degradado hacia la parte inferior, obtendremos una
puesta de sol quizá más bonita, pero "falsa". O si ponemos un filtro gris degradado con un paisaje nublado, obtendremos una toma con aspecto de tormenta.
Efectos especiales: de este tipo de filtros
existe una gran variedad, como por ejemplo, para obtener varias imágenes
del mismo objeto, sensación de velocidad en un motivo estático, un arco
iris donde no existe, etc.
Debemos saber también, que los filtros, a excepción del ultravioleta,
tienen un factor de oscurecimiento, que viene detallado en el aro del
mismo, debiendo tenerlo en cuenta a la hora de graduar el diafragma o la
velocidad de obturación de nuestra cámara.